Sobre mí

"He ganado yo"



“El sueño va sobre el tiempo
 flotando como un velero.
Nadie puede abrir semilla
en el corazón del sueño”.


En estas imágenes ficcionales, Lorca escucha a Camarón: https://www.rtve.es/alacarta/videos/el-ministerio-del-tiempo/ministerio-del-tiempo-lorca-escucha-camaron-cantando-versos/5579065/

Hace tres meses vi el documental "La maleta mexicana". En este se cuenta la historia de la aparición -70 años después- de unos negativos de los afamados fotógrafos Robert Capa, Gerda Taro y Chim, quienes retrataron la Guerra Civil Española. 

El hallazgo y el revelado de los rollos constituyen un viaje en el tiempo que supera la ficción. El tejido narrativo incluye una búsqueda de respuestas en el presente a través de una ¿arqueología mortuaria? y de la fotografía documental como "brújula" para hacer justicia a los dolientes de la guerra: los muertos, los exiliados y los descendientes.

Todo eso me hizo pensar en el fusilamiento de Lorca, camino a Víznar, y este episodio del Ministerio del Tiempo, en la memoria imperecedera que suponen la literatura y la música. No existe duda, Federico ganó, pues solo puede ganar quien perdura con amor en la memoria de la gente.

Imposible no conmoverse y contener 'la lágrima' al escuchar a las leyendas del tiempo al sonido de la guitarra y el cajón flamenco. ¡Olé! [palmas].



"La leyenda del tiempo", Camarón de la Isla.

Menos idealización, más compasión


Hoy además de celebrar la dicha de la maternidad, continúa siendo un día para desmitificar las construcciones arquetípicas en cuanto a la figura de la madre. Deconstruir estas ideas posibilita otras formas de vivir la maternidad, una nueva manera de maternar: sana y amorosamente. 

Una vinculación afectiva segura, no dependerá únicamente de la madre, nos siguen vendiendo esta idea y no me refiero solo a Freud o Lacan. La responsabilidad de cuido continúa siendo desigual para muchas mujeres, pero cuando relativizamos tal presión y compartimos responsabilidades, es posible la conciliación entre el trabajo y ser mamá. 

Hoy como siempre, pienso en los múltiples discursos en torno al ejercicio de la maternidad: muchas opiniones, mucho lastre patriarcal... Ojalá un día podamos ser madres sin desaparecer como personas y de este modo, propiciemos la crianza de seres más responsables y autónomos.

Por otro lado, qué dañino es romantizar la maternidad -también la paternidad-, qué duro para quien su madre es un ser que le ha infligido daño profundo, pero que los mandatos sociales le dictaminan amar incondicionalmente a un ser con un nivel de desvinculación amorosa total y que al buscar alejarse, juzguen el acto como un pecado capital.

Yo tuve la dicha de tener dos figuras maternas: mi madre y mi abuela materna. En mi experiencia como madre confirmo que es un amor suprahumano, con tantos bemoles y aprendizajes, ahora nosotras estamos en otra etapa, una que en principio parecía un vendaval.

La adolescencia conlleva una escisión emocional para uno como madre o padre. Existe en los hijos, como dijo un amigo, "un fiero deseo de independencia intelectual y física".
Generalmente en este deseo surgen las discordancias y en esa aguerrida fuerza amorosa existe -en nosotros- un frenesí por 'salvarlos' y dejarlos ser a la vez, poco a poco lejos de nuestros muelles.

Para ambas, esta etapa ha sido una experiencia de crecimiento y descubrimiento: el luto por la dulce niña y la contienda en la definición de su personalidad (la aventura de REconocerse). Ahora me alegro que todo lo cuestione, incluso a mí -de eso se trataba- porque la perfección no existe ni en ella ni en mí, afortunadamente. Hoy somos un binomio indestructible.

Yo sigo 'descreyendo' de la maternidad como dicotomía, al mismo tiempo que adopto -a pesar de la RAE-, un término hecho verbo: maternar. 

Por último, interioricemos que ser madre es una decisión personal -deberá ser deseada- en la cual no hay un papel por seguir, como nos recuerda Mafaldita, siempre tan preclara, y sacudámonos para que la maternidad no signifique un grillete al desarrollo femenino. Sí, cuanta menos idealización, más compasión.

A mi Loa, gracias por seguirme enseñando todos los días y por poner a prueba mi paciencia y mis esquemas mentales: ha sido una aventura sin igual y el amor, único e incomparable.

Cenizas

Hemos dicho palabras, palabras para despertar muertos, palabras para hacer un fuego, palabras donde poder sentarnos y sonreír. Hemos creado ...